No son pocas las ocasiones en las que nuestros clientes nos preguntan cuál de todas las orientaciones es la mejor a al hora de elegir una vivienda y es que cuando se va a comprar una vivienda o se va a alquilar tenemos que tener en cuenta muchos factores. No solo el precio, tamaño, distribución, son importantes sino también factores como la altura de la vivienda, la ubicación de la promoción (próxima a colegios, centros de salud, parques…), la memoria de calidades o la orientación de nuestro futuro hogar. Y ¿por qué es tan importante la orientación de una vivienda?. Te lo contamos:

La orientación de una casa debería ser uno de los aspectos imprescindibles a valorar, principalmente porque no se puede modificar haciendo una reforma o eligiendo una decoración diferente. La posición de una vivienda y el punto cardinal hacia el que mira influyen en detalles tan importantes como:

  • Cuándo te entra el sol por las ventanas y durante cuánto tiempo está presente.
  • Las distintas temperaturas a lo largo de todo el año.
  • Cuánto gastas en enfriar tu casa en verano o calentarla en invierno.

Las cualidades de una vivienda varían dependiendo de hacia dónde esté orientada la construcción. Como suele suceder, todas tienen ventajas e inconvenientes que se deben valorar en función de las necesidades de cada familia.

Empecemos con las viviendas orientadas al Norte:

Esta orientación es perfecta para viviendas situadas en el sur de España, donde el calor puede llegar a ser extremo, la orientación norte se caracteriza por recibir luz natural en las primeras y últimas horas del día durante los meses de verano, por lo que las estancias se mantienen frescas y el nivel de luz permanece estable durante todo el día, pero en su contra son viviendas que tienen poco luminosidad y son más frías por lo que tienen mayor gasto tanto  de electricidad como en calefacción. Si nos ceñimos al interior de la vivienda, la orientación al norte es adecuada para la cocina o un despacho.

Y ahora todo lo contrario, viviendas con orientación al sur:

La orientación sur destaca por la gran cantidad de luz que ofrece durante todo el año, algo que la convierte en la favorita de muchos. Sus principales ventajas son que al ser más luminosas necesitan menos calefacción en invierno y un considerable ahorro eléctrico. Son las viviendas ejemplares para disfrutar de un buen jardín o terraza.

Por el contrario, al ser más calurosas también necesitan un mayor gasto en aire acondicionado durante el verano, con lo que estores, toldos, pérgolas y/o ventanas con cristales de control solar resultan imprescindibles. Esta orientación es muy adecuada para las viviendas ubicadas en el norte de la península y si hablamos de la distribución interior, es la mejor para los dormitorios y el salón.

Viviendas con orientación al este. Para mí, si vives en Madrid, la mejor.

Otra de las favoritas de los compradores, la orientación este ofrece luz natural desde el amanecer hasta el mediodía durante todo el año. El hecho de que el sol no incida directamente durante las horas de más calor la convierte en una buena elección para viviendas en zonas muy calurosas. Las ventajas más destacadas de esta orientación son que además de no generar temperaturas muy alta, el calor se acumula durante la mañana y se va liberando durante la tarde con lo que el gasto energético disminuye. En cuanto a las desventajas tenemos que ser conscientes de que tendremos poca luz pr la tarde y que como en el sur, también nos harán falta toldos y cortinas para mitigar los efectos del sol por la mañana. Si hablamos de estancias, es la orientación ideal para un salón.

Viviendas con orientación al oeste

Las características de la orientación oeste son contrarias a las que ofrece el este: se disfruta de luz natural desde el mediodía hasta el atardecer. Debido a que el sol impacta directamente durante las horas de más calor, las viviendas que miran al oeste son adecuadas para climas fríos. La principal ventaja de esta orientación es que en invierno las casas se mantienen con una temperatura agradable, sin necesitar un gasto elevado en calefacción, pero lo peor es que el exceso de calor durante las tardes puede provocar noches excesivamente cálidas en las que cueste conciliar el sueño, por lo que tenderemos a abusar del aire acondicionado con el consabido gasto elevado de energía. Interiormente, las estancias que mejor pueden aprovechar esta orientación, son las cocinas y los cuartos de baño.

José Ramón Leal Ortuño, Director Comercial Grupo inmobiliario Cadbe.

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