Resulta habitual que se produzcan conflictos dentro de una comunidad de vecinos. Desde quejas por actitudes molestas, ruidos, incumplimiento de las normas establecidas o impagos de la cuota de la comunidad de propietarios.
En ocasiones, una buena gestión de las normas de la comunidad puede prevenir que se produzca el conflicto y favorecer la convivencia. Por ejemplo, es aconsejable que queden claras y por escrito cuales son las normas de uso de zonas comunes como la piscina, los ascensores o los jardines para evitar malos entendidos.
Sin embargo, a veces, los roces son inevitables y pueden afectar de manera individual a un solo vecino o a todo el colectivo. No cabe duda de que cualquier actitud inapropiada debe ser atajada cuanto antes para garantizar una convivencia pacífica y armónica. Es importante recordar que todos estamos en nuestro derecho a pedir que las reglas de nuestra comunidad se cumplan por completo.
Resolver el conflicto paso a paso
Si has decidido actuar para solucionar el conflicto, te recomendamos que no te precipites y sigas unos sencillos pasos para que el problema se solucione lo antes posible.
Infórmate de la normativa
Cuando pienses que uno de tus vecinos te está acarreando algún tipo de agravio, antes de presentar una queja formal, lo primero es informarte de tus derechos y de las normas existentes en tu comunidad. Infórmate también de las normas municipales, ya que ese conocimiento te valdrá para saber si tus vecinos están contraviniendo la normativa vigente.
Dialoga y acude a tu comunidad de vecinos
En el caso de que estén incumpliendo la normativa, lo mejor sería hablar con ellos para que de forma pacífica desistiesen de su conducta, pero si ello supone una amenaza para ti o simplemente te incomoda, puedes dirigirte al responsable de la comunidad para que sea él quien interceda o para hacer una propuesta a nivel general de toda la comunidad.
La comunidad podrá apercibirle mediante burofax para el cese de su conducta, y si este vecino persiste en su actitud, la comunidad podrá adoptar el acuerdo para iniciar las acciones legales pertinentes.
Si es necesario, acude a los tribunales
Solo cuando el agravio perdure o cuando no estés de acuerdo con la solución que en su momento se dio, es cuando puedes interponer una demanda judicial ante los tribunales, para ello te será de gran utilidad aportar todo tipo de detalles y de pruebas documentales para inclinar la balanza a tu favor. Una demanda judicial es un procedimiento generalmente lento pero también eficaz.
Otra posibilidad es interponer una reclamación por escrito en tu propio ayuntamiento. Para eso, lo mejor es acudir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), ellos te ayudarán con la denuncia y te facilitarán los documentos necesarios.
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