En Cadbe, estamos comprometidos con el medio ambiente, y siempre hemos apostado por la creación o rehabilitación de edificios sostenibles. Tal es el caso que muy pronto nuestra propia Sede va a contar con energía fotovoltáica y que de esta misma energía estamos proveyendo al Centro empresarial “Restaura” que actualmente estamos rehabilitando en el centro de Pozuelo de Alarcón.

Muchos de vosotros nos preguntáis a veces de qué se trata realmente la energía fotovoltáica, por eso no hemos puesto manos a la obra y os hemos preparado un pequeño resumen para intentar que este tipo de energía la tengáis más próxima; vamos pues.

Lo primero, ¿qué es la energía solar fotovoltáica?

La energía solar fotovoltáica es aquella que se obtiene al convertir la luz solar en electricidad a través de la tecnología. Se trata de un tipo de energía renovable, inagotable y no contaminante que puede producirse en pequeñas instalaciones o en grandes plantas fotovoltáicas.

¿Pero cómo funciona?

Como hemos dicho, hablamos de una fuente de energía renovable y limpia que utiliza la radiación solar para producir electricidad. Se basa en el llamado efecto fotoeléctrico, por el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (las partículas lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica.

Para ello, se emplea un dispositivo semiconductor denominado celda o célula fotovoltaica, que puede ser de:

  • Silicio monocristalino: se obtienen a partir de un único cristal de silicio puro y alcanzan la máxima eficiencia, entre un 18 % y un 20 % de media.
  • Las de Silicio policristalino: se elaboran en bloque a partir de varios cristales, por lo que resultan más baratas y poseen una eficiencia media de entre el 16 % y el 17,5 %.
  • Las de Silicio amorfo: presentan una red cristalina desordenada, lo que conlleva peores prestaciones, una eficiencia media de entre un 8 % y un 9 %, pero también un precio menor.

2 tipos de Plantas Fotovoltaicas.

Las que están conectadas a la red y las que no.

  • Las que están conectadas a la red, a su vez se dividen en otras dos clases:
  1. Central fotovoltaica: toda la energía producida por los paneles se vierte a la red eléctrica.
  2. Generador con autoconsumo: parte de la electricidad generada es consumida por el propio productor (en una vivienda, por ejemplo) y el resto se vierte a la red. Al mismo tiempo, el productor toma de la red la energía necesaria para cubrir su demanda cuando la unidad no le suministra la suficiente.

Estas instalaciones con conexión a la red cuentan con tres elementos básicos:

  • Paneles: grupos de celdas fotovoltaicas montadas entre capas de silicio que captan la radiación solar y transforman la luz en energía.
  • Inversores: convierten la corriente eléctrica continua producida por los paneles en corriente alterna, apta para el consumo.
  • Transformadores: la corriente alterna generada por los inversores es de baja tensión (380-800 V), por lo que se utiliza un transformador para elevarla a media tensión (hasta 36 kV).
  • Por otro lado, las instalaciones no conectadas a la red operan en isla y suelen encontrarse en lugares remotos y explotaciones agrícolas para satisfacer demandas de iluminación, telecomunicaciones, sistemas de riego, etc. Estas plantas aisladas requieren dos elementos adicionales para funcionar:
  • Baterías: encargadas de almacenar la energía producida por los paneles y no demandada en ese instante para cuando sea necesario.
  • Reguladores: protegen la batería contra sobrecargas y previenen un uso ineficiente de la misma.

Ventajas de la energía fotovoltaica.

Ya lo hemos dicho, es un tipo de energía 100 % renovable, inagotable y no contaminante, que no consume combustibles ni genera residuos, por lo que contribuye al desarrollo sostenible.

Es modular, por lo que se pueden construir desde enormes plantas fotovoltaicas en suelo hasta pequeños paneles para tejados.

Permite la instalación de baterías para almacenar la electricidad sobrante y darle uso posterior.

Es un sistema excepcional para zonas aisladas donde el tendido eléctrico no llega y para zonas geográficas cuya climatología permite muchas horas de sol..

Además, contribuye a la creación de empleos verdes y al impulso de la economía local con proyectos de vanguardia.

Esperamos que con este pequeño resumen os hayamos aclarado algo más sobre este tipo de energía por el que nuestro Grupo ha apostado desde hace ya algún tiempo para hacer este mundo un poquito más sostenible y ecológico. Seguro que entre todos lo logramos. 

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