De la nueva situación creada por la pandemia, surge la necesidad de mejorar y ampliar las zonas comunes; son las famosas «Promociones todo incluido».
Desde hace tiempo, las zonas comunes han sido uno de los elementos diferenciadores a la hora de comprar una vivienda y un factor de peso en la toma de decisión final. Ahora, y tras el confinamiento, esta tendencia ha aumentado de forma exponencial. Antes, toda promoción que se preciara debía contrar al menos con piscina, zonas de paseo, padel y parque infantil. Pero eso ya es historia, ahora pasamos a urbanizaciones con salón de belleza, sala gourmet, bar, sala de fisioterapia, golf, sala de juegos, zona de running, huerto urbano y hasta sala de cine.
Las necesidades han cambiado. Tras el confinamiento y tras pasar mucho tiempo en casa, se ha reflexionado sobre todo lo que hemos echado en falta durante todo este tiempo, y todo esto pasa por las zonas comunes de nuestra comunidad. Además el trabajar desde casa también ha ayudado a que la demanda pase de los centros de las ciudades a las afueras de las mismas, incluso a pequeños pueblos en busqueda de casas más amplias y con más zonas verdes. Además ha subido, y en gran medida, la demanda de urbanizaciones con servicios comunitarios cada vez más exquisitos como bodega, club social, cafetería, restaurante, piscinas climatizadas, y ya para rizar el rizo, la creación de hasta huertos urbanos.
Ciertamente es más que comprensible esta nueva tendencia, ya que de esta forma es más sencillo poder compaginar la vida laboral con la familiar, y además el contar con numerosas instalaciones en tu propia urbanización te facilita optimizar el tiempo de ocio y evitar cada vez más los desplazamientos. «Ya no tendrás que coger el coche para ir a una peluquería, al cine, al gimnasio o al club social, porque lo tendrás en tu propio hogar» nos dice José Ramón Leal Ortuño, director comercial de Cadbe.
Por todo lo anterior, en muchas promociones se están incorporando casi de todo: sala social «gourmet», zonas infantiles tematizadas con tirolina y lo más novedoso; un espacio de salud equipado con reanimación cardiovascular, y una «guest house», o lo que es lo mismo, un una vivienda que los propietarios pueden reservar para recibir a sus familiares o amigos como invitados.
Está claro que la creación de estos nuevos espacios supondrá un incremento en los precios de las viviendas, pero también se sabe que a la larga, estos servicios suponen un ahorro más que considerable: los espertos hablan de un ahorro anual de hasta 10.000 € por familia (ya solo con el gimnasio, para una familia de 4 personas, supondría un ahorro de 200 € al mes aprox.).
Como ya se ha mencionado, además del ahorro económico también está el temporal; en la mayoría de los casos tenemos el tiempo de descanso muy limitado por lo que ahora se valora. y de forma esencial, el tener cerca espacios de ocio que nos eviten el tener que movernos y aprovechar al máximo el tiempo del que disponemos sin salir de casa. Todo lo anterior, junto con la «manida» sostenibilidad de las viviendas (ya son numerosas las promociones que cuentan con geotermia, reciclado de aguas pluviales para riego, etc) son las nuevas necesidades que el cliente busca satisfacer.
También es destacable que actualmente, y desde la primera ola de la pandemia, muchos de nuestros clientes quieran aunar las bondades de un chalet con las facilidades de una vivienda en altura; de este modo disponenen de numerosas prestaciones de las que ya no serán los únicos en disfrutar pero tampoco en mantener, como nos asegura José Ramón Leal.