El pasado 16 de abril os contamos desde nuestra web el funcionamiento de la calefacción radiante, algo que aparece en casi todas las memorias de calidades de cualquier promotora que se precie. Pero hay otro sistema por el que nos preguntáis a menudo y es el sistema de aerotermia:
Actualmente la sostenibilidad y el ahorro son una prioridad. Las placas solares en los edificios ya nos ayudan a poder hacer instalaciones más sostenibles y eficientes, pero la aerotermia está en boca de todos y muy pocos saben lo que realmente es.
La aerotermia nos aporta refrigeración en verano y calefacción en invierno, y nos puede dar agua caliente todo el año. Esto es gracias al funcionamiento de dos bombas de calor de última generación; Recordamos que una bomba de calor sirve para extraer energía de un lugar para canalizarla a otro. Esto es gracias a una unidad exterior y una o varias unidades interiores. En el aire acondicionado que todos conocemos, la bomba de calor calienta o enfría el aire de los locales a climatizar, generalmente son sistemas de aire-aire o de expansión directa de un refrigerante. En este caso de los sistemas de aerotermia la bomba de calor será de tipo aire-agua. Se extrae la energía existente en el aire exterior y se cede al agua que se va a aportar al sistema de calefacción o agua caliente sanitaria, de este modo se obtiene el máximo rendimiento en condiciones climáticas severas, tanto con pleno frío como con pleno calor. Se trata de una tecnología limpia que extrae hasta un 77% de la energía del aire de forma gratuita y se transfiere a la habitación o al agua corriente. Esto se produce gracias al ciclo termodinámico que utiliza un gas refrigerante para extraer calor del aire exterior.
Y os preguntaréis, si hace frío ¿también se puede extraer calor del aire? Sí, gracias a las bombas de calor, ya que el aire, sea frío o caliente, contiene energía y esta energía es absorbida por el refrigerante que recorre el circuito que hay entre la unidad exterior y la interior. La unidad exterior cede el frío al ambiente en invierno. La unidad interior cede el calor al agua del circuito de calefacción y al agua.
Ventajas:
- Alta eficiencia. Los sistemas convencionales basados en fósiles producen residuos que no se convierten en energía, con lo que nunca alcanzan un 100% de rendimiento. La tecnología de aerotermia pueden alcanzar rendimientos que superan el 300% ya que utiliza 2/3 partes de la energía que necesita directamente del aire, sin caldera por lo que no genera ni humo ni residuos.
- Son fáciles de instalar y requieren poco mantenimiento (limpieza cada varios meses y revisión anual por un técnico).
- Los dispositivos aire-aire proporcionan calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.
- Se puede calentar agua para almacenar, al igual que ocurre con los equipos de solar térmica y algunas soluciones fotovoltaicas.
- Son 100% renovables si se utiliza tecnología fotovoltaica o eólica para alimentar su bomba.
- Tienen una vida útil de hasta 15-20 años con un apropiado mantenimiento.
- No requieren de una gran inversión inicial (pueden obtenerse equipos de aerotermia aire-agua desde 800-3500 euros).
Inconvenientes:
- No puede considerarse 100% libre de emisiones dada la necesidad de electricidad de la bomba del sistema, a no ser que esta se alimente por placas solares o energía eólica.
- Producen menos calor que una caldera convencional, de manera que requiere de radiadores de mayor tamaño o de un sistema de suelo radiante.
- Por la misma razón, se hace necesario que el inmueble esté bien aislado del exterior.
- El tamaño de la unidad exterior es similar a un dispositivo de aire acondicionado, con lo que hay que contar con espacio suficiente para su instalación.
- Los equipos pueden generar ruido y emisión de aire frío al entorno del inmueble.
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