Ya es altamente compartido que el teletrabajo, tras la pandemia, ha venido para quedarse por lo que nuestros hábitos laborales han de cambiar pero gracias a las nuevas tecnologías cada día es más frecuente trabajar desde la comodidad de nuestro hogar, al menos durante algunos días a la semana. Tener una oficina o despacho se ha convertido en muchos casos en una necesidad, y nuestro rendimiento, confort e incluso salud dependen de cómo lo diseñemos. Estos son algunos trucos para crear una oficina en casa hecha a tu medida.

Ubicación: encuentra el lugar perfecto

A la hora de crear nuestro despacho u oficina deberemos buscar un sitio tranquilo, alejado de los posibles ruidos y ajetreos del resto de la casa o de distracciones provenientes del exterior, como por ejemplo el ruido del tráfico. En la mayoría de los hogares la cocina y el salón son los sitios más ruidosos, evita situar tu despacho cerca de estas estancias.

Si nuestro despacho se va a convertir en nuestro lugar de trabajo permanente es conveniente destinar una habitación solo para esta función. Separar espacios ayudará a nuestro cerebro a desconectar de la actividad laboral cuando salgamos de la estancia.

Sin embargo, si se trata de un pequeño despacho para realizar funciones básicas, como la contabilidad de la casa o trabajos ocasionales, podremos aprovechar algún rincón conveniente del salón o incluso del dormitorio. Existen muchas opciones para aprovechar al máximo pequeños rincones de la casa que de otra manera carecerían de utilidad práctica.

 

 

Iluminación y ventilación

Aunque existen infinidad de opciones para iluminar un despacho con luz artificial, te recomendamos que busques un lugar donde puedas beneficiarte de la luz natural. Una combinación de ambas fuentes (natural y artificial) beneficiará a tu rendimiento.

Para evitar que la luz refleje en los equipos puedes utilizar cortinas o estores que filtren la luz evitando que los rayos del sol incidan directamente sobre los equipos.

Además de bien iluminada, es conveniente que la estancia esté bien ventilada y que la temperatura sea la adecuada.

Mobiliario: cómodo y práctico

Elige el mobiliario adecuado en función del tamaño de la oficina. Es muy importante que cuentes con espacio de almacenaje. Si la oficina es muy pequeña, podemos situar cajoneras debajo de la mesa o estanterías pegadas a la pared que nos permitan aprovechar al máximo el espacio.
La mesa de trabajo debe estar lo más despejada posible para permitirnos maniobrar con facilidad, dejando sitio para los equipos informáticos que vayamos a utilizar.

La silla es uno de los elementos más importantes de tu despacho. Vale la pena invertir en una buena silla de oficina si la vamos a utilizar con intensidad. Evitaremos molestos dolores de espalda que a la larga podrían derivar en un problema de salud.

 

 

Equipos informáticos

Lógicamente en nuestra oficina/despacho tendremos que ubicar elementos tales como nuestro ordenador, wifi, impresora, etc. Debemos buscar el lugar correcto, con fácil acceso a la red eléctrica y asegurarnos de que están protegidos y no se sobrecalientan ya que van a estar muchas horas conectados.

Cuando instales tu ordenador, recuerda que es importante que el marco de la pantalla esté a la altura de los ojos para evitar problemas posturales.

Decoración. Un toque de personalidad

La decoración es lo que va a hacer que nuestro despacho sea un lugar único y diferente. Si además planeamos recibir clientes en el mismo, cobra una especial relevancia.

Crea un espacio profesional pero con personalidad. Te recomendamos utilizar colores claros y añadir algún foco de relajación. Algunos cuadros o plantas pueden realizar esta función y añadir un toque personal a tu oficina. A través de la decoración, puedes también diferenciar tu oficina del resto de la casa para separar bien los espacios.

 

 

Y por último, recuerda que vas a pasar muchas horas en tu oficina o despacho. Te recomendamos que emprendas el proyecto con ilusión para crear un espacio que, además de funcional, sea único.

 

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