Seguro que alguna vez has oído hablar del método Montessori y cómo favorece la autonomía y la creatividad en los niños. En realidad, Maria Montessori fue una pedagoga italiana que defendía que el juego es la principal actividad de un niño durante los primeros años de vida y que a través del mismo los más pequeños descubren el mundo y aprenden a relacionarse con él.
Desde esa perspectiva, adaptar el entorno del niño para facilitar ese aprendizaje y descubrimiento del mundo se hace crucial para su desarrollo. Muchas escuelas han utilizado sus métodos con éxito. En este post te proponemos que lo adaptes a la habitación de tu pequeño ya que es un lugar donde debe encontrarse feliz y relajado y podrá desarrollar su pleno potencial.
Características de una habitación infantil Montessori
Estas son algunas de las características del dormitorio o habitación infantil Montessori:
- Entorno armónico y, preferentemente, relacionado con la naturaleza para que el niño se sienta a gusto.
- Pocos elementos para que la atención no se disperse y sea fácil de ordenar.
- Un entorno seguro en el que el niño pueda moverse con total libertad.
- Que favorezca la autonomía, con muebles de su tamaño y elementos a su alcance.
Elementos de una habitación Montessori
Con estos principios en mente podemos preparar una habitación, a nuestro gusto, pero que cumpla con las funcionalidades que plantea el método Montessori. Analicemos los elementos de la habitación uno a uno y recojamos ideas.
1- Una cama de suelo
Siguiendo la filosofía Montessori y para favorecer la autonomía de los más pequeños debes elegir una cama de suelo. Es recomendable que el colchón también sea bajito para evitar caídas y facilitar que el niño pueda subir y bajar libremente de la cama.
Las barreras entorpecen la circulación del pequeño y dejan de tener sentido cuando se utiliza una cama de suelo, por eso es aconsejable no utilizarlas.
Si poner el colchón sobre el suelo no te convence, existen camitas bajas que además de favorecer la autonomía (ya que el niño puede subir y bajar solo) son extensibles. La cama irá creciendo con el niño, aumentando su tiempo de uso.
2-Mobiliario adaptado a su altura
Armarios, estanterías, mesas y sillas compondrían un mobiliario básico. Para estar adaptado a la filosofía Montessori el mobiliario debe ser del tamaño del niño e ir cambiando según su crecimiento y sus necesidades.
Que sea de su tamaño es importante porque permite al niño crecer en un entorno que potencia su autosuficiencia. Si colocamos armarios a su medida el niño podrá elegir su ropa, vestirse solito, etc. Lo mismo pasa con las estanterías. Tener cuentos a su altura y a la vista potenciará que elija y utilice sus cuentos y juguetes sin la ayuda de un adulto.
Si elegimos muebles modulares estos irán creciendo con el niño. Por ejemplo, podemos ir añadiendo baldas a una estantería cuando el niño sea capaz de llegar a objetos situados más altos.
3- Decoración inspiradora y natural
Al adaptar el mobiliario al tamaño del niño, en este tipo de habitaciones las zonas más altas suelen quedar vacías. Te proponemos que las aproveches para decorar con láminas que estimulen su aprendizaje. Por ejemplo puedes usar láminas educativas (alfabetos, mapas, etc) o de naturaleza (animales, plantas, paisajes…)
Para que resulte un espacio armónico el color de muebles y paredes debe ser lo más natural y neutro posible. El blanco, crema o el color natural de la madera son buenas opciones. El toque de color lo aportarán los juguetes y los textiles como cortinas, colchas, o alfombras.
Algunas habitaciones Montessori cuentan con un espejo infantil para que el niño se inicie con su autoconcepto. Si te decantas por esa opción el espejo debe ser irrompible, es decir, un espejo de seguridad para niños.
4- Una distribución por ambientes
Organiza la habitación por ambientes para que el niño pueda realizar sus actividades. Define un ambiente de descanso; un rincón para leer, con libros, cojines y algún sillón a su altura; un área de juegos y un ambiente de actividades donde colocar la mesa y sillitas, con materiales como papel, rotuladores, etc. Estos son los ambientes esenciales, pero si tienes espacio podrás crear muchos más.
Y ahora que ya conoces las bases. ¡Disfruta creando tu habitación Montessori!