¡Comienza el curso escolar! Y con él, los deberes y tareas que los niños tienen que afrontar. Para que todo vaya sobre ruedas necesitarán tener su propio espacio, si es posible, en su propia habitación, para desarrollar su rutina diaria y afianzar buenos hábitos de estudio.

según los expertos, para crear estos buenos hábitos es necesario disponer de un espacio ordenado, limpio, bien iluminado, cómodo y silencioso. Estas características favorecen la concentración y el buen rendimiento académico. Te damos algunos consejos para crear una zona de estudios perfecta.

1- Aprovecha la luz natural

Localiza un área cerca de la ventana para incorporar el escritorio. Es aconsejable que recibamos la mayor cantidad de luz natural posible mientras realizamos nuestras tareas. Además de reducir la factura de la electricidad, la luz del sol tiene beneficios para nuestra salud física y mental.
En una zona de estudio, la luz natural debe ser complementada con luz artificial focalizada, para eso podemos contar con un flexo que nos permita dirigir la luz hacia donde más la necesitamos. La funcionalidad no está reñida con el estilo. Busca un flexo que se adapte al gusto de tu hijo y que combine con el resto de la habitación.

2- Elige los muebles apropiados

El escritorio es una pieza fundamental. Encontraremos miles de opciones en el mercado. Para tomar una buena decisión debemos tener en cuenta la altura del niño y el espacio con el que contamos. Si la habitación es pequeña te puedes decantar por un escritorio hecho a medida para aprovechar al máximo el potencial de la estancia.

En general, el escritorio debe tener espacio para un ordenador, el material escolar y algunos organizadores para sus apuntes y libros. Un escritorio con cajones siempre es una buena idea. Así se podrá guardar el material escolar y dejar todo recogido.

La silla es una parte muy importante del mobiliario de la zona de estudio. Teniendo en cuenta que nuestros hijos están creciendo, es importantísimo que puedan regular su altura para estar cómodos. La silla es un elemento fundamental en la salud física de nuestros pequeños ya que van a pasar muchas horas sentados. Os recomendamos que elijáis una silla ergonómica que se ajuste al tamaño de la mesa.

 

 

3- Favorece la concentración a través de los colores

Utiliza colores claros para tu zona de estudio. Existen evidencias de que los colores más vivos no favorecen la concentración y generan estrés. Justo lo contrario de lo que queremos conseguir con una zona de estudio. Por lo tanto, en este caso, menos es más, utiliza pocos elementos y una paleta de colores suaves. Siempre podrás aportar un toque de color más dinámico a través de detalles en los complementos.

4- ¡Todo en orden!

Nos encantan los complementos y una zona de estudio tiene muchos. Desde organizadores para documentos, vasos para lápices o papeleras. Adáptalo a la edad y los gustos de tu hijo pero teniendo en cuenta que debe ser útil y no ocupar espacio innecesariamente.
Una buena idea es disponer de baldas o estanterías donde colocar aquellos libros que se usan con menos frecuencia.
Por supuesto, no te olvides de los textiles, unas cortinas apropiadas y una bonita alfombra añadirán calidez y comodidad a esta área.

y recuerda que lo más importante para el estudio es la ilusión y las ganas de aprender. ¡Feliz vuelta al cole!

 

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