La arquitectura sostenible va ganando terreno año tras año. Esto son buenas noticias. Este tipo de arquitectura no sólo se integra con nuestro entorno y nos ayuda a reducir nuestra huella en el planeta sino que busca una mejor calidad de vida, confort y comodidad para las personas.
La arquitectura sostenible está directamente relacionada con la eficiencia energética. Cuanto más sostenible sea una vivienda mayor será el ahorro energético, que a la larga repercutirá en los costes de gestión de la futura vivienda, resultando, de nuevo, ventajoso con respecto a una arquitectura más tradicional.
Estas son algunas de las tendencias más destacadas:
Iluminación natural
La iluminación natural es uno de los factores que más condiciona el diseño de un edificio por lo que es un recurso que hay que gestionar de forma coherente. La orientación de la vivienda, el diseño y los materiales deben jugar a favor de que se aproveche al máximo la luz natural disponible en cada época del año.
La utilización eficiente de la luz natural en las viviendas contribuye al ahorro energético y además genera una sensación de confort y comodidad que repercute directamente en el disfrute de la vivienda.
Utilización de materiales sostenibles
Los materiales sostenibles son duraderos y proceden de la naturaleza. Además proporcionan características muy interesantes a los edificios y juegan un importante papel estético. En concreto estamos hablando de materiales como la madera, la pizarra o la piedra. Estos materiales, pueden ser reutilizados, reciclados y recuperados.
Cubiertas vegetales
Cada vez más presentes en los edificios de nueva construcción, las cubiertas vegetales ofrecen múltiples ventajas, destacando el gran aislamiento térmico y acústico creado por la densidad de la tierra y la vegetación.
Algunos de los edificios más sostenibles creados en los últimos años incluyen este tipo de cubiertas. Por ejemplo, las cubiertas de los edificios de la ciudad BBVA, en Madrid, están pensadas para ahorrar energía y agua: una capa de plantas autóctonas que apenas necesitan riego tapiza los edificios para mitigar el efecto “isla de calor”. Estas cubiertas vegetales se ocupan, además, de recoger el agua de lluvia para regar las zonas verdes del complejo.
Jardines verticales
Los jardines verticales cubren paredes, fachadas y muros. Aportan múltiple beneficios, como por ejemplo, reducir la contaminación acústica, filtrar los gases nocivos, producir oxígeno, regular la temperatura y mejorar el entorno.
Este tipo de jardines son cada vez más utilizados en las ciudades ya que son una alternativa muy eficiente a la falta de espacio, además tienen efectos muy positivos en el entorno y la salud de las personas.
En Madrid, por ejemplo, destaca el jardín vertical del edificio del centro cultural de CaixaForum . Un jardín diseñado en el año 2007 por el botánico francés Patrick Blanc (pionero en la creación de jardines verticales en todo el mundo) para completar la restauración del edificio.
Este hermoso jardín colgante tiene una superficie de 25 metros de alto por 19 metros de ancho, con una superficie total de aproximadamente 480 m2 y es una atracción turística en si mismo.
Domótica
La domótica es la integración de la tecnología en el hogar. Es decir, la creación de controles automatizados para los hogares. Los sistemas domóticos actuales son capaces de recoger información gracias a los sensores que hay repartidos a lo largo de la vivienda, para posteriormente procesarla y emitir las ordenes necesarias para facilitar y mejorar nuestra calidad de vida.
Gracias a la domótica podemos controlar el gasto energético a través de la automatización de encendido y apagado de calefacción, luces, etc.