Halloween es una fiesta cada año más popular en nuestro país. La combinación de disfraces terroríficos con golosinas y diversión gusta tanto a niños como mayores. Si estás planteando celebrar una fiesta o simplemente ambientar tu casa para la llegada de los más pequeños con su “truco o trato”, aquí van algunos consejos:

Decora muy bien tu entrada

La puerta será lo primero que vean tus visitas. ¡Dale un aspecto terrorífico! Puedes transformar la puerta en aquello que te guste más con un mural que evoque monstruos, calabazas o esqueletos. Lo puedes comprar hecho o disfrutar de una tarde de manualidades con tus hijos.

Una manera barata y sencilla de decorar la entrada es dejando huellas de manos ensangrentadas y sangre falsa para simular que ha ocurrido un asesinato. Para no dejar permanentemente manchada la fachada de tu casa, utiliza una tela o sábana blanca debajo.

Si tienes la suerte de tener una puerta acristalada puedes utilizarla para crear sombras terroríficas con cartulina negra. El efecto al contraluz será impresionante. Es también una buena idea para decorar ventanas.

Si tu puerta es blanca puedes crear la ilusión de que se trata de un fantasma recortando dos ojos y una boca en cartulina negra.
Si tu entrada tiene escalones, unas calabazas iluminadas desde el interior conseguirán crear un gran ambiente. Recuerda que si estás esperando la visita de niños es mejor que la ambientación la hagas con luces artificiales. Aunque las velas pueden crear un gran efecto lumínico también podrían ser origen de un accidente.

 

 

Recibe en un gran salón

Puedes encontrar inspiración para tu salón en las viejas películas de terror o series de culto como la familia Adams. Relojes y libros antiguos, muchas telarañas, sangre y algún esqueleto funcionarán a la perfección. Busca una iluminación tenebrosa y juega con luces y sombras para conseguir un ambiente perfecto.

Si no te gusta el look tenebroso, otra opción temática interesante es el Día de los Muertos que se celebra en México, sus coloridas calaveras o Catrinas pueden dar un aspecto original a tu salón e incluso ser el origen de una fiesta temática.

Si vas a recibir a tus invitados en el salón prepara una mesa a la altura de la fiesta y decórala con motivos de Halloween. Hay infinidad de ideas para hacer centros de mesa, por ejemplo, con flores y hojas muertas o pequeñas calabazas, que no dejarán indiferentes a tus invitados. Recuerda que el naranja, el negro, el verde y el morado son los colores de la noche y que es un gran día para dejar volar la imaginación.

 No te olvides de la cocina

Si eres de los que recibes a tus invitados mientras cocinas no puedes dejar esta parte de la casa sin decorar. Puedes decorar las paredes con arañas, o murciélagos de cartón e introducir guirnaldas negras o naranjas para darle un toque festivo.

Existen numerosas opciones dulces y saladas para crear un divertido menú de Halloween. Desde tradicionales galletas con formas de fantasmas, gatos y calabazas hasta snacks salados que representen momias, tumbas o calaveras.

 

 

Aprovecha todas las posibilidades de tu jardín

Es una tradición muy extendida decorar los jardines durante esta fiesta. Puedes simular un cementerio con lápidas de cartón o decorar con brujas y fantasmas fabricados en casa.

Si no te apetece complicarlo demasiado puedes colgar gorros puntiagudos negros semitransparentes (como los que llevan las brujas) e iluminar su interior con luces led. Esto dará un ambiente de Halloween a tu jardín sin hacerlo demasiado tétrico.

Viste para la ocasión

Aunque este no es un consejo de decoración, déjate llevar por el momento y viste para la ocasión. Si no te gusta disfrazarte algún pequeño detalle como un broche en forma de araña o un gorro de bruja servirán para ambientarte. Por supuesto, un buen disfraz y el maquillaje apropiado te ayudarán a meterte en el papel y a disfrutar de la noche.

Y sobre todo, recuerda que es una noche para disfrutar con amigos y familia ¡Feliz Halloween!

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