En un artículo anterior, hablábamos de los anglicismos en márketing. Pues para muestra un botón, hoy, en nuestra humilde labor de ayuda a la comercialización, bien de productos, bien de marcas vamos a hablar del Storytelling.
Storytelling es una expresión de la lengua inglesa. “Story” significa historia y “telling”, contar. Cuando Apple presentó el iPod al mundo por primera vez, no nos hablaron de cuántos megabytes llevaba. Nos contaron una historia de “1.000 canciones en tu bolsillo” y así nos enganchó.
Steve Jobs sabía cómo diferenciar Apple de sus competidores porque era un maestro en storytelling. Y con su liderazgo, la empresa tecnológica se convirtió en una potencia mundial. Pero no hace falta tener un presupuesto de marketing como Apple. Si sabes contar tu historia “única” de forma impactante, ganarás el respeto y amor de tus clientes, y tu negocio crecerá.
El storytelling hace posible que el usuario se cree en su mente la historia que le están contando. Si por ejemplo le cuentas a alguien cómo ha sido tu último viaje, dándole detalles de tu experiencia y de cómo te sentiste (no sólo de a dónde fuiste y qué pudiste ver), el receptor acabará percibiendo esa sensación e incluso acabará recordándola a largo plazo. Storytelling es mucho más que una narrativa, es el arte de contar historias usando técnicas inspiradas en escritores y guionistas para transmitir un mensaje de forma inolvidable. Puedes tener mensajes e ideas brillantes para transmitir, pero si no sabes cómo hacer eso de la mejor manera posible, no vale de nada. Tus clientes no compran tu producto o tu servicio. Compran la emoción que les haces sentir y el significado que tiene para ellos tener algo de tu marca.
Una buena historia crea una emoción positiva que inspira a la gente a tomar una acción. Del mismo modo, la historia de tu marca (tu brand story) debería desencadenar una emoción que inspira a un cliente a invertir en tu idea. Cuando cuentas tu historia, muestras tus valores, tus virtudes y tu humanidad. Trabajas constantemente para conseguir una conexión auténtica y humana con tus clientes, y poco a poco ganarás su confianza. Te diferencias enseñando a todos como tu presencia tiene un impacto positivo en el mundo, y haces que tus clientes jamás quieran un mundo sin ti, por eso decimos que el Storytelling es el arte de contar, desarrollar y adaptar historias utilizando elementos específicos — personajes, ambiente, conflicto y un mensaje — en eventos con inicio, medio y fin, para transmitir un mensaje de forma inolvidable al conectarse con el lector a nivel emocional. Tu brand story es lo que te permite destacarte del ruidoso mercado para decir a tu cliente, “lo que ofrezco merece tu atención.”
En resumidas cuentas, tu estrategia de Storytelling debe incluir:
- Los valores de tu marca
- Un elemento que desencadene emoción en tu público
- Un lenguaje basado en emociones
- Las virtudes que tienes como marca, esas que te hacen diferente al resto
- Algo positivo que les aporte a tu público
- El enganche para enamorar a tu público hasta el punto que te prefiera entre el resto de marcas de tu competencia
Principales elementos del Storytelling
- Mensaje
Es común que el Storytelling esté separado en dos partes:
- Story: la historia y el mensaje que serán transmitidos;
- Telling: la forma como ese mensaje es presentado.
Si el mensaje es fuerte, es posible que surta efecto aun teniendo un telling débil. Pero, si es pobre, difícilmente conseguirás salvar tu contenido pese a que utilices buenas técnicas.
Textos, historias y conferencias que dejan entusiasmada a la audiencia momentáneamente existen por montones, pero contenidos que realmente impactan y hacen que continúes recordándolos son pocos.
Estos son los que logran equilibrar las dos partes del Storytelling al trabajar bien el mensaje y los próximos tres elementos.
- Ambiente
Los eventos necesitan suceder en algún lugar. Cuando el ambiente es bien descrito posibilita que el público realice la jornada.
- Personaje
El personaje es quien recorre toda la jornada y sufre una transformación que lleva a la transmisión del mensaje.
Pero, para pasar por esa transformación, debe superar el próximo elemento:
- Conflicto
El conflicto es el principal factor que ocasiona interés en la audiencia. De esta manera, se lo puede definir como el desafío que surge para motivar al personaje a recorrer toda la jornada.
Aspectos a tener en cuenta antes de crear tu historia.
- Qué quieres contar.
Define bien el tema de la historia con la que pretendes conectar con los usuarios. Las vivencias personales son una buena herramienta de engagement: cómo surgió la empresa, cómo es el día a día… permitirá ofrecer una visión interna a los clientes. También puedes contar historias actuales que estén vinculadas con la marca.
- Qué objetivo pretendes.
No todas las historias cumplirán del mismo modo un fin. Habrá que encontrar cuáles son las más óptimas para un determinado momento; así la huella generada en los usuarios será mayor.
- Quién interviene.
No es lo mismo contar una historia anónima que ponerle nombre y apellidos a sus protagonistas. Esto permitirá que determinados usuarios se identifiquen más rápidamente y se vean reflejados en ellos.
- A quién te vas a dirigir.
Fija tu público objetivo, no todos nos comportamos igual o buscamos lo mismo. Estudia cómo se comportan tus clientes en redes sociales.
Es importante fijar el hilo conductor de la historia y definir su estructura. Presentación del relato y los personajes, ir introduciendo hechos, climax o punto fuerte de la historia, resolución de las acciones secundarias y conclusión de la acción principal, moraleja y fin.
- Crea historias originales.
Sigue el esquema tradicional: planteamiento, nudo, desenlace. Dale vida a tu narración para llegar a los usuarios, haz que se emocionen y se interesen por lo que estás contando.
- Provoca interés.
No te limites a contar una sola historia y cerrarla. Haz que los clientes quieran saber más, que tengan ganas de volver para saber qué pasa. Utiliza avances, dale razones para que vuelvan.
- Las redes sociales permiten una comunicación en doble sentido. Aunque cuentes la historia ellos también pueden participar y contarnos su propia vivencia con nuestra marca. Esto mejorará el engagement y traerá a más clientes.
- Usa diversidad de formatos.
Vídeo, música, texto… Internet y las redes sociales ofrecen muchos formatos y canales con los que comunicarnos. Descubre cuál prefieren y lánzate.